La ortodoncia ha experimentado una transformación radical con la llegada de los alineadores dentales invisibles, una tecnología que ha cambiado la forma en que corregimos la posición de los dientes, combinando eficacia, comodidad y estética. Pero, ¿cómo funcionan realmente estos dispositivos y cómo saber si tú puedes beneficiarte de ellos? Aquí te lo explicamos en detalle.

Los alineadores invisibles son férulas transparentes, hechas a medida con plástico biocompatible, que se colocan sobre los dientes para moverlos gradualmente hasta la posición ideal. A diferencia de los brackets tradicionales, no requieren adhesivos ni alambres, son removibles y prácticamente imperceptibles al usarlos, lo que los convierte en una opción muy atractiva para quienes buscan corregir su sonrisa sin comprometer su estética durante el tratamiento.

El proceso comienza con un escaneo digital o impresiones de la boca del paciente, que permiten crear un modelo tridimensional preciso de la dentadura y mandíbula. A partir de este modelo, el ortodoncista diseña un plan de tratamiento personalizado, estableciendo las posiciones iniciales y finales de cada diente y el movimiento secuencial necesario para lograrlo.

Con esta planificación, se fabrican una serie de alineadores, cada uno con una forma ligeramente diferente, que el paciente debe usar por aproximadamente dos semanas antes de cambiar al siguiente juego. Cada alineador aplica una presión suave y constante en puntos específicos, facilitada por pequeños relieves llamados attachments que se adhieren a los dientes para guiar el movimiento. Esta presión progresiva moviliza los dientes poco a poco, permitiendo que los tejidos bucales se adapten y reparen entre cada cambio

Además, al ser removibles, los alineadores permiten mantener una higiene bucal óptima y no imponen restricciones alimentarias, a diferencia de los brackets fijos. El tratamiento suele mostrar resultados visibles en pocos meses y puede ser más rápido que la ortodoncia tradicional en ciertos casos.

Los alineadores corrigen problemas de maloclusión como apiñamiento leve a moderado, dientes separados, rotaciones y algunas alteraciones en la mordida. También son útiles para tratamientos posteriores a la pérdida de dientes o traumatismos, y en ciertos casos de malformaciones congénitas. Sin embargo, no todos los casos complejos o severos son aptos para este método, ya que requieren técnicas más especializadas Ser candidato a alineadores invisibles depende de varios factores:

• El éxito del tratamiento requiere usar los alineadores al menos 22 horas diarias y cambiar los juegos según lo indicado.
• Solo un ortodoncista puede determinar mediante exploración clínica, radiografías y escaneos digitales si los alineadores son adecuados para ti y diseñar un plan personalizado.
• Enfermedades periodontales o problemas en las encías deben estar controlados antes de iniciar el tratamiento.